El artículo no expresa las opiniones o posiciones de los traductores. El artículo es una versión traducida del artículo que se encuentra a continuación: enlace
Escritor original: Merriam Abboud
Traducido por: Carina Sacchi
He intentado todo lo que se me ocurre para mejorar mi salud mental y para que desaparezca mi trastorno mental.
He tenido diferentes doctores y diagnósticos, he probado medicamentos y aceite de CBD y veganismo. Me gustaría poder decirte que todo me ha ayudado, pero no lo ha hecho.
Todos los días me pregunto qué hago, por qué lo hago, si vale la pena y cuándo se arreglará mi mente. Pero no estoy segura que se pueda, mientras mi trabajo académico se acumula, las promesas a mis profesores y las promesas a mí misma se vuelven más difíciles de cumplir.
Mi mamá me dijo que debería convertir la lucha a la que me enfrentó en un mensaje positivo, pero no puedo. Porque los trastornos mentales no terminan en mensajes felices. Solo podemos descubrir realmente cuánto una persona está sufriendo cuando ya no está con nosotros.
Todavía me duele todo el tiempo, y quiero que la gente sepa.
Si hablo sobre lo que mi cabeza me hace, solo puedo ser Emily Dickinson o Virginia Woolf. Pero, ahora mismo, estoy molesta y lloro en público y no puedo estar cerca de mis amigos porque no quiero levantarme de la cama, y nunca quiero hablar de eso.
Parece que muchas de las expectativas normales no están funcionando a mi favor. Aprendo cosas, pero me toma más tiempo. Hago cosas, pero me toma más tiempo. Y me da miedo admitirlo porque soy inteligente y sé que puedo trabajar duro en las condiciones adecuadas.
¿Todavía quisieras darme una oportunidad si te contara mis experiencias?
Seré tu amiga y pasaré un rato contigo, pero no todo el tiempo. Y esto realmente no es suficiente para algunas personas, pero, ¿qué digo?
Me siento de esta manera, otras personas se sienten de esa manera, entonces, ¿por qué la gente no entiende?
¿Dónde puedo trabajar? ¿Cómo puedo trabajar? ¿Cómo puedo tener éxito si no me da miedo decirle a la gente lo que está mal?
Hubo un día dedicado a hablar sobre la salud mental, trastornos mentales o enfermedades mentales.
El Día Mundial de la Salud Mental fue el día después de que compartí mi primer artículo en Facebook.
Fuí cruda y honesta acerca de cómo las cosas necesitan cambiar, pero todo lo que publiqué estaba atascado en medio de muchos comentarios con números telefónicos de prevención de suicidio. Recibí varios mensajes de personas que me contaban sobre sus propias luchas, algo por lo que estoy agradecida, pero también recibí mensajes como "Eres amada". Sé que no debería estar enojada por eso, pero sí me molestó.
Me dolió porque sabía que algunas personas solo se acercaban a mí porque era el Día Mundial de la Salud Mental.
Sé que ninguno de los comentarios fueron hechos con malicia, y sé que fue agradable ver cómo la gente hablaba sobre los trastornos mentales, pero igual me parecía que estaba mal.
El Día Mundial de la Salud Mental me hizo sentir peor.
Vemos los trastornos mentales como un fenómeno sensacional, pensando en que tan loco ha debido de ser Van Gogh. Hablamos de los trastornos mentales en sus peores momentos, como lo que podríamos haber hecho por alguien que se suicidó. Todos parecen estar tratando de mejorar su propia salud mental, pero no todos están discutiendo su propia experiencia, por lo que es difícil entender lo que realmente está sucediendo.
La conversación tiene que cambiar, y tiene que suceder a diario.
Deberíamos hablar con las personas que nos importan. Un "¿Estás bien?" estaría bien de vez en cuando. Todo lo que no debería ocurrir un día al año cuando se lo piden.
No me digas que "es temporal" porque eso es falso, mi cerebro no puede cambiar eso fácilmente. Las personas con trastornos y enfermedades mentales necesitan ayuda para no alcanzar un punto de inflexión cuando su salud mental esté decayendo.
Tu puedes pensar que algunos trastornos mentales y enfermedades son geniales. No son geniales. Dan miedo, y duelen y tener que lidiar con diferentes cosas puede ser casi imposible.
Tómate un tiempo para investigar, pero no asumas. Pueden comprender los síntomas y cómo una persona se siente, pero la única persona que realmente conoce sus circunstancias es la persona que lucha.
Supongo que esto es un pequeño llamado a la acción: no dejes que nadie haga suposiciones sobre ti. La salud mental no tiene que terminar como lo hizo para Emily Dickinson. No deberíamos tener que llegar a un punto de inflexión.
Tú eres la autoridad en tu propia mente.
Merriam Abboud es un columnista de la sección de Life para The Cavalier Daily. Puede ser contactada por correo electrónico a life@cavalierdaily.com.
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