El artículo no expresa las opiniones o posiciones de los traductores. El artículo es una versión traducida del artículo que se encuentra a continuación: enlace
Escritor original: Jess Miller
MIÉRCOLES - El martes 29 de enero el doctor Christopher Holstegeun, el director del Departamento de Salud y Bienestar Estudiantil, mandó un correo electrónico a todos los estudiantes de la Universidad de Virginia anunciando que “unos casos del norovirus han sido confirmados en la población estudiantil de la Universidad”. Aunque el mensaje no incluyó ninguna estadística, se presume que solo pocos casos del norovirus han sido reportados, haciendo que la posibilidad de contraer la enfermedad dolorosa se vuelva un honor polémico. A pesar de la garantía de que el virus es “altamente contagioso”, los estudiantes de la Universidad están compitiendo apasionadamente por la distinción codiciada de “vómitos, diarrea, náuseas, y/o dolores de estómago”.
No es todos los días que se presente una posibilidad como ésta. Solamente los selectos de la Universidad del Presidente Jefferson podrán entender que contraer el raro y atroz norovirus está entre los premios más honorables que se conceden en la Universidad de Virginia y en toda la academia, la beca Rhodes, el subsidio MacArthur Genius, la afiliación a la Sociedad Literaria y de Debate Jefferson, pero todos resultan insignificantes en comparación al “potencial de fiebre, dolor de cabeza y dolores corporales” que ofrece el tal norovirus prestigioso.
Igual a todos los honores competitivos, la competencia para el norovirus está bien fuerte. Un beneficio para los candidatos estudiantiles es que el correo electrónico del martes incluyó una lista útil de consejos para contraer la enfermedad. Según el correo electrónico, “El virus se puede propagar por:
-Comer comidas y tomar líquidos que estén contaminados por el norovirus,
-Tocar caras u objetos contaminados por el virus y pasarse los dedos por la boca, o
-Contactarse directamente con alguien que esté infectado con el norovirus, por ejemplo cuidarlo o compartir comida o cubiertos”.
Obviamente estas recomendaciones son más fáciles de decir que hacer. A la luz de las sugerencias de Holstege, unos estudiantes han mencionado el favoritismo, atacando todo el proceso de solicitar a causa de la ventaja obvia, o sea la necesidad aparente, que las conexiones preexistentes les conceden a los solicitantes.
“Parece que todo se trata de quién tú conoces” dijo un aspirante. “Tienes que, osea, conocer a alguien que ya tenga el norovirus para poder contraerlo. No parece justo para los candidatos totalmente sanos, los cuales deben tener la misma oportunidad de contraer el norovirus que los demás”. Otro estudiante dijo que todo el proceso y particularmente la posible influencia del favoritismo son“ridículos” pero “típicos para los premios de la Universidad de Virginia”.
“Todo es política. Es simplemente un concurso de popularidad” dijo el estudiante. “Es el mismo grupo de personas del norte de Virginia en el que todos se conocen y tienen conexiones. A lo mejor sus papitos los ayudaron a enfermarse. ¿Y si yo me quisiera enfermar con el norovirus? Yo solo soy un estudiante regular de otro estado. Simplemente no parece correcto”.
Aparte de esta lista problemática de cosas que se deben hacer, el doctor Holstege proveyó también una lista de cosas importantes que no se deben hacer, que son los hábitos que impiden que se contraiga el virus, los cuales todos los estudiantes que quisieran estar enfermos deberían evadir. Entre éstos son “lavarse las manos… con agua y jabón” y “dormir lo suficiente y comer comidas balanceadas”. Dado que muchos estudiantes ya evitan estas prácticas a menudo, esto podría resultar en éxito o fracaso para muchos candidatos a quienes les cuesta sobresalir y parecer únicos. El correo electrónico sugiere que cualquier estudiante que demuestre síntomas del norovirus se quede en casa, para no conceder ninguna ventaja a sus compañeros. Actualmente queda poco claro cuántos casos se diagnosticaron. De todos modos, basado en las estadísticas actuales, parece que el grupo de aspirantes será definitivamente uno de los mayores en la historia de la Universidad de Virginia.
El Departamento de Salud y Bienestar Estudiantil está premiando los diagnósticos del norovirus y la solicitud sigue abierta.
Jess Miller es un columnista cómico para The Cavalier Daily. Puede ser contactado mandándole un correo electrónico a humor@cavalierdaily.com.