El artículo no expresa las opiniones o posiciones de los traductores. El artículo es una versión traducida del artículo que se encuentra a continuación: enlace
Escritor original: John Patterson
Traducido por: Aldo Barriente y Diana Albarracin
Una relación “parasocial” es aquella relación en la cual una persona se siente allegada y conectada a otra persona mientras esa otra persona no conoce en absoluto a la otra persona. Este fenómeno se encuentra entre las celebridades y sus seguidores apasionados, entre las modelos de Instagram y sus seguidores leales. Sin embargo y sobre todo esto no aplica a la amistad que tengo con Jim Ryan. Nos hemos llegado a conocer bien desde que leí su libro y vi su video navideño seis veces. Aquí se encuentra nuestra historia hasta ahora.
Primera parte: Cómo nos conocimos
Recuerdo perfectamente bien haber leído el correo electrónico anunciando su presidencia mientras comía en O’Hill cuando estaba en mi segundo año. Conté la palabra “Harvard” cuatro veces. También leí: “el primero de su familia quien fue a la universidad, Jim se graduó con honores de la Universidad de Yale. Continuó sus estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de Virginia con beca completa, y se graduó como primero de su clase”. “¡Vaya!”, dije mientras masticaba una hamburguesa de pollo. Claramente nos parecemos mucho. Estoy seguro de que tampoco tengo las más bajas calificaciones de mi clase. También sé dónde se encuentra la Universidad de Yale.
Segunda parte: Pasando el rato
James E. Ryan parece estar lleno de encanto, y magia. Él sí que tiene el ingrediente secreto. ¿Recuerdan cuando aventó la moneda en nuestro primer partido de fútbol americano de la temporada? Virginia escogió cara. El tiró cara. Qué presidencial es ese hombre. ¿Recuerdan cuando su inauguración tomó lugar mucho tiempo después del inicio de su posición? El clima estaba riquísimo. El cielo azul hacía que el mármol de Old Cabell brillara. El aire fresco y el sol aseguraron que todos se sintieran cómodos, no hacía ni mucho calor ni mucho frío. Qué tiempo tan presidencial. Fuí a apoyar a mi amigo Jim. Él estaba allí, yo estaba ahí. Los dos teníamos puestos tenis. A esto se le llama “pasar el rato”.
Fue ahí entonces que aprendí mucho sobre J.R., y la mayoría fue gracias a Drew Faust, su jefa anterior y ex-presidenta de Harvard. ¿Sabían qué Jim Ryan trabajó en Harvard? Sin embargo, la Dra. Faust mencionó unos detalles interesantes en su discurso sobre Jim. Por ejemplo, cómo conoció a su madre biológica por la primera vez en una parada en New Jersey cuando tenía 46 años. También escribió un libro y le encanta correr.
“¿Sabías qué escribió un libro?” le pregunté a una amiga.
“Espera, ¿qué?” me dijo.
“¡En serio! Tampoco lo sabía”, le respondí.
Resulta que ella me estaba diciendo el título de su libro.
A la mañana siguiente, participé en su carrera llamada Community Bridges 5K [Puentes comunitarios de cinco kilómetros]. Quería ofrecerle mi apoyo. Sentía que, como un estudiante de cuarto año, debía de darle la bienvenida a nuestro nuevo presidente universitario antes de irme. Así que me presenté a correr algunas millas.
Cómo la vida de Jim, el trayecto tuvo muchos giros inesperados y obstáculos que debimos de superar, particularmente colinas, muchas colinas. Estaba agotado durante el tramo final de la carrera, y para empeorar las cosas la parte final era una inclinación larga y gradual diseñada para romper mi espíritu. Mientras avanzaba lentamente escuché una voz gritar detrás de mí, acercándose.
"¡Ron! ¡Ya casi llego, estoy atrás! —Gritó la voz.
Vi delante de mí a quién asumo que era Ron y mire a quién estaba detrás de mí.
"¡Está bien!", Dijo.
Luego, una anciana me hizo levantarme el espíritu cuando me rebasó con la fuerza de 1,000 abuelas.
Sentí que mi sangre se calentaba. No corrí tres temporadas en la preparatoria para terminar así de mal. Logre sacar lo poco que me quedaba de mi reserva de energía, de la misma manera que lo hizo mi amigo Jim E. Ryan cuando viajó en bicicleta desde Nairobi, Kenia, hasta Victoria Falls, Zimbabwe, en 1996. Está en la página 86 de su libro ya mencionado llamado"Espera, ¿qué?". Los reto a comprobarlo. Con determinación, pensé que una vez que recuperara mi ritmo de respiración, les mostraría a todos cómo se corría.
Arrasé más allá de la anciana y de Ron. Estaba agitado y llegué a la meta con saliva seca y con ganas de vomitar, pero como un campeón. No vi a Jim ese día, pero sentí su espíritu conmigo durante esa última décima de milla.
Hace unas semanas, fui con mis amigos a ver a Leslie Odom Jr. hablar. Jim moderó la conversación. Yo también participé al escuchar activamente. Mis amigos estaban entusiasmados cuando consiguieron un boleto gratis para ver a Leslie Odom Jr., pero yo estaba entusiasmado por mi boleto gratis para ver a Jim Ryan. La pasé muy bien. Jim estaba allí, Leslie estaba allí, yo estaba allí. Estábamos simplemente pasando el rato.
Tercera parte: Nuestros próximos pasos
Probablemente se están preguntando si he ido a una de sus famosas carreras a las 6 am. La respuesta es la siguiente, no, no he ido. Estoy bastante ocupado a las 6 am y simplemente no he tenido la oportunidad de ir. Sin embargo, si estás leyendo esto, Jim, estoy libre a cualquier hora todos los viernes. Además, ¿están bien tus rodillas? A veces me preocupan tus rodillas con todo ese correteo.
De cualquier manera, ambos tenemos el dia de mi graduación marcado en nuestros calendarios. Nos veremos entonces. De todos modos, ya era hora de que Jim conociera a mi familia.
John Patterson es un Columnista de Vida para The Cavalier Daily. Puede ser contactado escribiéndole a life@cavalierdaily.com.