El artículo no expresa las opiniones o posiciones de los traductores. El artículo es una versión traducida del artículo que se encuentra a continuación: enlace
Escritor original: Madeline Choung
Traducido por: Giuliana Rejalaga y Micaela Vilanova
El nuevo coronavirus es una prueba de la paciencia, resistencia e inmunidad humana mientras luchamos juntos esta batalla. Sin embargo, los personales de salud están en primera línea, llevando al resto del mundo sobre sus espaldas. Para muchos estudiantes voluntarios técnicos de emergencia médica en la Universidad, ir a casa no es una opción. Y esto no es porque están obligados a quedarse y servir, sino debido a su compromiso de servir como socorristas para la comunidad de Charlottesville. Estos estudiantes de EMT son como tu y yo, pero arriesgan sus vidas en la búsqueda de aplanar la curva.
Los departamentos de bomberos y rescate de Charlottesville y Albemarle consisten en un grupo diverso de individuos, y sólo unos pocos son estudiantes de la Universidad. No obstante, estos últimos han tenido que hacer ajustes significativos, equilibrando la dualidad de ser estudiantes y socorristas, todo mientras arriesgan su propia salud. En respuesta a los peligros inherentes ocasionados por la pandemia, muchos de estos estudiantes han estado en cuarentena en Charlottesville para evitar la propagación del COVID-19 cuando no están en sus turnos semanales.
Para muchos estudiantes, incluido el estudiante universitario de tercer año Kody Park, asumir las responsabilidades de servir a su comunidad coincide con sus responsabilidades de mantener seguras a sus propias familias. Aunque tienen el deseo de regresar a casa, el riesgo de exposición y contaminación es demasiado alto.
“Mi abuelo sufre de neumonía crónica", dijo Park. "Sí me ofrezco como voluntario una vez por semana para una actividad que me hace altamente susceptible a [COVID-19], no puedo arriesgarme, incluso si el riesgo es pequeño, a crear una amenaza para mi abuelo”.
Muchos potencialmente resonarán con esto y se ha vuelto crucial considerar las responsabilidades que el público en general debe asumir en conjunto. Los EMT son constantemente testigos de las aflicciones fatales del COVID-19 y quieren recordar a todos que el distanciamiento social es esencial.
“La necesidad de practicar el distanciamiento social es mucho más importante que cualquiera de nuestros deseos de querer juntarse con otra gente”, dijo Park.
En respuesta a los de cuarto año que acortaron su último semestre, el estudiante de enfermería de cuarto año Ryan Thomas expresó que, aunque puede ser devastador, las cosas siempre funcionarán al final. Es crucial que los estudiantes no se rindan, sino que cumplan con las orientaciones de precaución.
“Nosotros, tanto como todos en este momento, tenemos que hacer este sacrificio a corto plazo”, dijo Thomas en un correo electrónico a The Cavalier Daily. “Es terriblemente inconveniente para nosotros, [y] apesta. Pero en el panorama general, palidece en comparación con aquellos que están en primera línea”.
El distanciamiento social no es solo para el mejoramiento de la juventud, sino también para aquellos que están en mayor riesgo.
"En este momento, es muy importante quedarse en casa, distanciarse y adaptarse", dijo Thomas. "Nuestros médicos, enfermeras, socorristas y aliados de la salud están haciendo una tarea imposible y viven en constante agonía de estar expuestos y potencialmente enfermarse".
Como en el caso de otros EMT, su preocupación por la comunidad se centra en la privación de recursos y personal dentro de los sistemas sanitarios. Según CNN y The New York Times, algunos centros de salud están abrumados, alcanzando su capacidad máxima y agotando recursos. En respuesta, los EMT se esfuerzan por aliviar la falta de recursos haciendo su mejor esfuerzo en todo momento.
"Es una de esas cosas donde si todo el mundo decide que no lo va a hacer, entonces ¿quién lo va a hacer?", dijo el estudiante de tercer año de Curry Sung-ki Lee. "Tiene que haber gente que pueda dar un paso adelante".
Debido al cierre de la universidad, las viviendas en la misma cerraron el 18 de marzo. Algunos estudiantes de EMT que vivían en la universidad fueron desplazados, dejándolos sin otra opción que encontrar nuevas viviendas. Thomas era uno de estos estudiantes; el había vivido en el Lawn y se enfrentó a restos para obtener una vivienda con el fin de continuar su servicio en Charlottesville. Thomas priorizó sus obligaciones de permanecer en el área y continuar su servicio, a pesar del estrés que pasó ya que cada EMT es parte integral del equipo.
"Como una agencia de voluntarios que depende completamente de los voluntarios, no tenemos muchas manos extra sentadas sin hacer nada", dijo Thomas. "Estar aquí ... es mucho más que un compromiso contractual. Nuestra comunidad depende de ello".
Además de su programa académico, los estudiantes de EMT se actualizan constantemente con nueva información, procedimientos y protocolos para estar bien equipados cuando se encuentran con pacientes que pueden presentar síntomas de COVID-19. Se espera que los estudiantes de EMT tengan un profundo sentido de conciencia y comprensión de los factores de riesgo actuales de COVID-19 para sus turnos.
"En este momento, mis pensamientos están en constante conflicto de saber cómo hemos operado las llamadas antes y tener que cambiar todo acerca de cómo respondemos a las llamadas ahora”, dijo Thomas. "En mis cinco años de hacer esto, nunca he visto tanto cambio y tanto estrés en las operaciones diarias".
A veces, la exposición continua a esta información afecta a los estudiantes de EMT mentalmente, físicamente y emocionalmente. Thomas y Lee expresaron cómo los cambios pueden ser agotadores ya que es su responsabilidad estar atentos y alertas en todo momento. Estas situaciones han empujado a los estudiantes a sus límites, obligándolos a dejar de lado el sueño, la comodidad y la salud.
“Mientras estaba de servicio la otra noche [me di cuenta de que] cada llamada te deja con una sensación de ansiedad de dónde podrías estar en la escala de exposición”, dijo Thomas. "Realmente prueba el espíritu voluntario ... [y] ni siquiera estamos en el calor de todo".
Como socorristas, estos estudiantes son evaluados a su máxima capacidad, para ver si pueden estar cómodos con lo incómodo. Con COVID-19 convirtiéndose en una parte de sus rutinas diarias, han abrazado estas adversidades como parte del proceso de aprendizaje requerido para sus futuras profesiones.
“No es solo una casualidad en el viaje o un accidente en el viaje”, dijo Lee. "Cuando nos inscribimos para entrar en el campo de la salud, víctimas masivas, virus, pandemias, corazones rotos, muertes, esas son las cosas que estamos a las que nos estamos inscribiendo para experimentar y ser parte de esto."
Al final del día, el mundo está luchando más duro para encontrar una cura y detener la propagación. Park enfatizó la importancia de encontrar aliento a pesar de cualquier incertidumbre subyacente.
"No tenemos miedo", dijo Park. "Somos cuidadosos ... Todavía estamos tratando de ayudar a la gente a lo mejor de nuestras capacidades de la manera más segura posible, para nosotros, también”.
Corrección: Una versión anterior de este artículo se refería incorrectamente a los escuadrones de rescate de EMT como parte de un departamento de EMT del Hospital Universitario. Se ha corregido para reflejar que estos escuadrones de rescate están afiliados a los departamentos de bomberos y rescate de Charlottesville y Albemarle.