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CANO-SANTIAGO: los medios de comunicación americanos deben ser protegidos a toda costa

La insurrección en el Capitolio de E.E.U.U. fue un ataque violento en contra de varios ideales estadounidenses, incluyendo la libertad de la prensa

Los hechos del 6 de enero fueron ataques violentos planeados en contra de varios ideales protegidos, incluyendo el derecho de libertad de la prensa.
Los hechos del 6 de enero fueron ataques violentos planeados en contra de varios ideales protegidos, incluyendo el derecho de libertad de la prensa.

El artículo no expresa las opiniones o posiciones de los traductores. El artículo es una versión traducida del artículo que se encuentra a continuación: enlace

Escritxr original: Yssis Cano-Santiago

Traducido por: Hannah Fernández y Maria Aguilar 

La primera enmienda es parte la base de nuestra democracia, la cual garantiza derechos fundamentales como la libertad de religión, de expresión, de la prensa, de petición, y de asamblea. Los hechos del 6 de enero fueron ataques violentos planeados en contra de varios ideales protegidos, incluyendo la libertad de la prensa. A raíz de la insurrección, la frase “Asesinemos a los Medios” fue escrita en las puertas principales del Capitolio, varios periodistas fueron acosados y amenazados y un grupo de amotinados utilizó cables de los medios para crear una horca.  

Estos no son hechos aislados. Durante el transcurso de los últimos meses, se han cometido varios actos de violencia contra periodistas tras el resultado de la elección presidencial del 2020. Estos actos de violencia contra los medios de comunicación son estremecedores en un país que se enorgullece al decir que protege a su prensa. Este tipo de actos violentos no son extraños alrededor del mundo. Al menos 50 periodistas murieron en otros países en el 2020. Esta estadística es espeluznante, y nosotros como estadounidenses no podemos permitir que ocurra este tipo de violencia contra los medios de comunicación dentro de nuestras propias fronteras.   

A diferencia de la violencia reciente, el criticismo verbal hacia los medios de comunicación no es un concepto nuevo en la política americana. Este criticismo se volvió más problemático durante los últimos meses de la administración de Trump. Esto incluye a voces conservadoras prominentes que reclaman malos tratos por parte de los medios de comunicación por supuestos prejuicios liberales. El ex-presidente Donald Trump criticaba con frecuencia a la prensa por el supuesto sesgo liberal. En varias ocasiones Trump se refirió a hechos con los que estaba en desacuerdo como “fake news” [“noticias falsas”]. En lugar de defender la primera enmienda, Trump incluso llegó a referirse a la prensa como “el enemigo de la gente”. Trump no es el único que critica a los medios de comunicación. Políticos prominentes como la gobernadora de Alaska Sarah Palin han culpado a la prensa por la insurrección en el Capitolio. Es irónico que los líderes de derecha piden más transparencia e igualdad de trato de la política conservadora por parte de la “prensa liberal”, pero intentan aplastar estas mismas protecciones cuando hablan de fuentes de noticias con sesgo liberal. 

Al abordar la afirmación de "sesgo liberal", debemos reconocer que los medios de comunicación en Estados Unidos, al menos en la era moderna, están naturalmente sesgados. Sin embargo, las inclinaciones políticas específicas de los medios, ya sean liberales o conservadores, son accesibles al público a través de una simple búsqueda en Internet. Durante décadas, los periodistas recibieron educación y se les asignó la tarea de descubrir y reportar noticias. Sin embargo, más del 78 por ciento de los estadounidenses menores de 50 años de hoy reciben sus noticias de las redes sociales. A medida que las generaciones sucesivas se vuelven cada vez más dependientes de Internet para las noticias, la libertad de los medios de comunicación y, específicamente, de las redes sociales, es más importante que nunca.

Y, sin embargo, Trump atacó a empresas de redes sociales como Twitter y Facebook en múltiples ocasiones. Incluso trató de enmendar la controvertida ley de expresión en Internet, Sección 230. Específicamente, Trump expresó una queja por verificadores de información colocados en sus tweets cuando afirmó falsamente que las boletas electorales por correo pueden aumentar el fraude. Las preocupaciones de que se había producido fraude electoral durante las elecciones de 2020 se habían verificado repetidamente y se confirmó que eran falsas. Trump, sin embargo, calificó el uso de verificadores de información como uno de los mayores peligros para la libertad de expresión y trató de redefinir la sección 230 por esa razón. Ya sea que las personas confíen o sientan que estas empresas están calificadas para ser verificadores de información, estas empresas tienen el derecho de hacerlo. Asimismo, los usuarios deben cumplir con los términos y condiciones que acordaron al crear una cuenta de redes sociales. Sin embargo, estos no deberían ser motivo de preocupación. Las protecciones legales y los límites de la Primera Enmienda, incluida la libertad de expresión, también se aplican a las empresas de redes sociales. Es inquietante que la libertad de expresión también esté siendo atacada por grupos extremistas de derecha.

Los límites existentes a la libertad de expresión están establecidos para proteger contra la violencia, lo cual es irónico para Trump y sus partidarios extremistas. En el pasado había expresado el deseo de usurpar sus poderes para cerrar "legalmente" Twitter, lo cual viene con ironía, ya que su cuenta fue bloqueada recientemente de manera permanente por incitar la violencia. Si uno realmente cree en proteger la Primera Enmienda, defenderá el derecho a dar una perspectiva opuesta, excepto cuando tal discurso incite a la violencia o difunda falsedades maliciosas. Los extremistas de derecha continuaron difundiendo falsedades sobre una elección robada, y afirmaron que la insurrección del Capitolio fue un ataque del grupo extremista de izquierda ANTIFA. Trump había sobrepasado severamente los límites de sus poderes políticos, instigando a sus simpatizantes a atacar el Capitolio de los Estados Unidos. Aunque Trump fue absuelto en el proceso de destitución, es imposible negar el hecho de que Trump ha encendido las semillas de odio y violencia que siempre han existido en los Estados Unidos. Estos ideales han instigado a grupos extremistas que continúan representando una amenaza para la Primera Enmienda a pesar del cambio de administración.

La Primera Enmienda debe seguir estando protegida. Los periodistas no deben permitir que las amenazas potenciales supriman su derecho protegido a publicar las noticias y expresar sus opiniones. Además, como ciudadanos estadounidenses, debemos consultar múltiples fuentes e investigar antes de compartir publicaciones en las redes sociales. Esto evita la difusión de información falsa que puede incitar puntos de vista extremistas y causar daño. Debemos trabajar para reconciliarnos con las opiniones opuestas y proteger la verdad de las mentiras que pueden causar violencia. Las palabras pueden ser herramientas poderosas para comunicar información en todo el mundo y pueden inspirar lo mejor de la humanidad, pero también tienen el poder de incitar al odio y sacar lo peor de nosotros. Como estadounidenses, podemos y lo haremos mejor. La curación y la unidad de nuestras naciones depende de ello.

Yssis Cano-Santiago es un escritor de puntos de vista para The Cavalier Daily. Puede ser contactada en opinion@cavalierdaily.com.

Las opiniones expresadas en esta columna no son necesariamente las de The Cavalier Daily. Las columnas representan únicamente las opiniones de los autores.

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