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Escritxr original: Omega Ilijevich
Traducido por: Marina Peebles e Isabella Sheridan
El 26 de marzo, el rapero y sensación de Internet Lil Nas X lanzó su nuevo disco sencillo tan esperado “MONTERO (Call Me By Your Name)”, junto con un video musical, codirigido por él mismo y el director de videos musicales ucraniano Tanu Muino.
La canción en sí, que hace referencia acertadamente tanto a la película del 2017 del mismo nombre como al nombre real de Lil Nas X, narra sus experiencias emocionales y sexuales en una relación pasada. Aunque él mismo es abiertamente gay, se lamenta de la frustración de salir con una pareja que no lo es, con frases como "tú vives en la oscuridad, chico / no puedo fingir". Esta expresión lírica de la ansiedad que envuelve ser forzado, por la homofobia social, a vivir una vida plagada de secretos también se expresa en el video musical provocativo y cursi. El video utiliza un escenario bíblico para abordar las formas en que el cristianismo ha sido históricamente armado contra la comunidad LGBTQ +.
El video de MONTERO comienza con un monólogo de Lil Nas, que proclama que "en la vida, escondemos las partes de nosotros mismos que no queremos que el mundo vea [...] pero aquí no". Esto prepara el escenario para los temas de la liberación de la homofobia que el video continúa explorando. Luego continúa mostrando a un angelical Nas tocando la guitarra en un escenario pintoresco del Jardín del Edén, hasta que esta utopía se interrumpe por las tentaciones sexuales de un hombre serpiente que también se interpreta por Nas. Esta recreación del "pecado original" de Eva alude a la demonización de la feminidad y la homosexualidad en la retórica cristiana tradicional, fomentando la exploración narrativa de la opresión queer. También, de una manera bastante literal, promueve el amor propio.
El resto de la historia del video muestra a Nas siendo reprendido por una corte celestial como un mártir, bailando la barra en las profundidades del infierno y dándole al diablo un baile erótico. Todas estas escenas bíblicas abstractas sirven al mensaje general de la canción de abrazar la propia sexualidad a pesar de que los poderes fácticos le digan que no lo haga. Él abraza el odio que la idea de que “todos los gays van al infierno” ha impuesto a su comunidad de la manera más explícita posible: yendo al infierno y aprovechándolo al máximo.
Desde su lanzamiento, el video ha obtenido un gran éxito, con más de 50 millones de visitas en YouTube y más de dos millones de me gusta. La inclusión de Satanás en el video - y el lanzamiento de un zapato satánico, también ha generado críticas de pastores cristianos y expertos conservadores, quienes están indignados por esta percepción de idealización del diablo. Un tweet de la gobernadora republicana de Dakota del Sur, Kristi Noem, por ejemplo, insinuó que el video y los zapatos de Nas eran una amenaza para el "alma de nuestra nación" y les dijo a sus seguidores que tenían que luchar contra eso. Incluso ahora parece que los propios Nike están del lado de estas preocupaciones de alguna manera, ya que han iniciado una demanda contra el rapero por los rediseñados "zapatos Satanás" de Nike.
Sin embargo, Lil Nas X ha tomado con calma la afluencia de estas dramáticas "preocupaciones" sobre su arte, respondiendo a estas reacciones con mensajes y ‘memes’ humorísticos, que le han dado mayor influencia sobre la situación y le han hecho ganar aún más apoyo entre sus fans. Su respuesta a la gobernadora Noem, en la que le dice que "haga [su] trabajo" en vez de preocuparse por sus zapatos, por ejemplo, recibió 10 veces más de me gusta que el tweet inicial de la gobernadora. El hecho de que Lil Nas X es capaz de responder a estas acusaciones de "satanismo" y "depravación" por señalar lo absurdas que son, demuestra que tiene una gran comprensión de lo que la retórica moralizante sobre el "diablo" se ha tratado de históricamente: exclusión y control.
Este tipo de alarmismo relacionado a la música no es un fenómeno nuevo en los Estados Unidos y tiene una larga historia en la industria musical. A principios de la década del 1980, las teorías conspirativas difundidas relacionadas a la prevalencia de "rituales satánicos" llevaron a muchas figuras religiosas a señalar los efectos "corruptores" de la cultura pop, en particular de la música rock, en la juventud del país. Televangelistas y otros líderes de la derecha religiosa [conservadores políticos con un enfoque en la religión] de todo el país advirtieron a las audiencias sobre los "peligros'' de la blasfemia de la música rock e incluso afirmaron que estaba profundamente conectada con el ocultismo. Muchos artistas acusados, como la estrella Negra de rock Prince, fueron incluso criticados por su falta de conformidad con las ideas tradicionales del género. Estas acusaciones paternalistas sirvieron para excluir ciertos tipos de expresión artística, pero también condujeron a verdaderos fines. En el 1985, una audiencia en el Congreso sobre la blasfemia musical llevó a la creación de la advertencia "Parental Advisory" que se ve en los álbumes hoy en día. Este movimiento hacia la moralización y la censura causó una gran conmoción en la cultura estadounidense, y sus efectos a largo plazo pueden verse incluso en las controversias acerca de la vulgaridad de la música rap, ya que este género ha aumentado su popularidad en las últimas décadas. Por ello, es apropiado que Lil Nas X, un rapero Negro gay, haya encontrado una manera de adoptar este legado de oposición a la imposición de "normas" conservadoras para contar su propia historia. Ha mezclado explícitamente este miedo a "Satán", presente desde hace tiempo en la música, con otro miedo de la derecha religiosa: la homosexualidad.
La inclusión en el vídeo de MONTERO de imágenes sexuales y satánicas explícitas en estas escenas históricas y bíblicas es algo que tiene una intención artística: está revelando una parte de la experiencia queer, y específicamente la experiencia queer Negra, al examinar lo traumáticos y exclusivos que pueden ser los espacios religiosos para quienes no encajan en un molde determinado y prescrito. El 27 de marzo publicó un tweet que decía: "me pasé toda mi adolescencia odiándome a mí mismo por las m—a que predicaban que me pasaría por ser gay. así que espero que estén enfadados, que siguen enfadados, que sientan la misma rabia que nos enseñaron a tener hacia nosotros mismos". Su baile sexual sobre Satanás no es una declaración literal de su adoración satánica, sino una muestra compleja y deliberadamente chocante de su movimiento más allá del control moralista de su sexualidad y su arte. Criticar que Lil Nas X está promocionando literalmente el culto satánico a través de su vídeo es una forma absurda de distraer la atención de lo que probablemente le fastidia a esos críticos: ser él mismo sin remordimiento.
Parece que, en respuesta a las figuras conservadoras cristianas que siguen calificando el vídeo de MONTERO como chocante y desviado, Lil Nas X puede simplemente señalar un simple hecho: ese básicamente era el objetivo.