El artículo no expresa las opiniones o posiciones de los traductores. El artículo es una versión traducida del artículo que se encuentra a continuación: enlace
Escritxr original: Allison Haszard
Traducido por: Hannah Fernández y Maria Aguilar
Ser adolescente, o ser joven en general, es difícil. Tu cerebro aún no está completamente desarrollado, y no sabes cómo lidiar con situaciones y parece como si nadie te entiende. Pero ser una mujer adolescente brinda una lista única de desafíos. La gente se burla constantemente de los intereses y de las acciones de las niñas adolescentes, particularmente en línea y en las redes sociales. Hay un número impresionante de memes, videos en YouTube y películas ridiculizando a las niñas por disfrutar de cosas aparentemente mundanas, ya sea bandas, maquillaje, moda, o aquello que es popular. Mientras que es fácil clasificar este tipo de comportamiento como natural y llamar a aquellos que hablan en contra de ello “demasiado sensibles”, este tipo de humor y de chistes perpetúa el ciclo de burlarse de las mujeres por tener intereses.
Es fácil descartar estos chistes justamente como eso, chistes. Pero no hay ningún otro demográfico que sea atacado tanto como las mujeres adolescentes, de las cuales la gente constantemente se burla en la cultura popular y en las redes sociales. Esto merece la pregunta de, ¿entonces que tipo de intereses deberían de tener las adolescentes? No les puede gustar el maquillaje y la moda sin ser tachadas de vanidosas; pero a la vez, si no les interesa son flojas. No les puede gustar los cómics y los videojuegos sin ser pretenciosas, pero que tampoco les guste las comedias románticas y las novelas de amor porque esas son tontas y no realistas. Mientras que se les halaga a los niños por participar en actividades que tradicionalmente son consideradas masculinas, como los deportes, las niñas son atacadas por participar en actividades tradicionalmente femeninas, como el maquillaje y la moda. No estoy diciendo que no existan estereotipos de hombres tóxicos, pero la gente se burla mucho más de los intereses de las mujeres adolescentes.
La doble moral es el resultado de un concepto subyacente, del cual muchas personas no se dan cuenta que están perpetuando al burlarse de las mujeres por expresar sus intereses: la idea de que las niñas están siendo insinceras, porque todo lo que hacen es para atraer la atención del hombre. Muchos medios de comunicación representan a las mujeres como objetos para que los hombres miren, y divorciar la existencia de las mujeres solteras de la atención del hombre requiere una percepción completamente nueva de las mujeres. Tantas de las cosas por las cuales las mujeres reciben burlas es porque la gente asume que lo que realmente quieren es atención masculina. Por ejemplo, es común asumir que a las mujeres les gusta Star Wars para impresionar a un chico, se visten elegante para coquetear con un atleta o solamente les gusta una banda porque sus miembros son atractivos. Sin embargo, las mujeres no existen para simplemente impresionar o ser vistas por los hombres. Hay veces que sí, las chicas adolescentes hacen cosas para impresionar al niño que les gusta, pero claro que no todo lo que les interesa se basa en ese chico. La existencia de una mujer no es el resultado de la presencia de un hombre.
Muchos se apresuran a descartar el desprecio de las adolescentes como simples bromas. Al luchar contra él, uno simplemente está siendo "demasiado sensible". Pero las adolescentes todavía son adolescentes, todavía son niñas que están creciendo y desarrollándose, no adultos completamente desarrollados que sepan manejar el humor penetrante. Las adolescentes tienen el doble de probabilidades de desarrollar trastornos del estado de ánimo que sus compañeros varones. Son particularmente vulnerables a la depresión: las tasas de depresión entre los adolescentes han aumentado en los últimos años, y este aumento es más pronunciado en las niñas. Simplemente no hay razón para perpetuar una cultura de menosprecio en un grupo demográfico ya vulnerable. Las adolescentes, o cualquier adolescente, en realidad, ya experimentan intimidación o presión de sus compañeros para adaptarse. ¿Por qué los adultos también deberían participar en esto? En lugar de alimentar la cultura que avergüenza a las adolescentes, nuestra generación debería permitirles ser ellas mismas, libres de juicios constantes. Hacerlo conducirá a una generación de mujeres jóvenes más sana y segura. Convertirse en uno mismo como un adulto joven es lo suficientemente desafiante sin que personas de todos los lados escudriñan cada uno de sus movimientos.
El ciclo ya ha comenzado de nuevo con la era de las redes sociales. Las niñas de distintas edades son objeto de burlas por seguir las tendencias. Quizás recuerde a las “basic white girls” [chicas blancas básicas] a principios de la década de 2010 y, más recientemente, a las “VSCO girls” [chicas VSCO] y las “e-girls” [chicas electrónicas]. Estas mujeres jóvenes se colocan fácilmente en estas subcategorías para ridiculizarlas. Casi todos los grupos de mujeres son intimidados implacablemente por sus intereses elegidos, especialmente si son populares. Se les llama "seguidores sin sentido" y se colocan en casillas que en realidad no se adaptan a una persona real y compleja. Burlarse de las tendencias no es nuevo y se aplica a todos, pero parece ser particularmente prominente para acosar a las adolescentes.
Es hora de romper el ciclo. Las tendencias son populares por una razón: son divertidas, son geniales y es algo que a las chicas les gusta hacer por sí mismas la mayor parte del tiempo. Las adolescentes, o las mujeres de todas las edades, no hacen todo para llamar la atención. Son personas con sus propios intereses y aficiones. Las mujeres no existen únicamente como resultado de la mirada masculina. Las bromas hechas a expensas de las adolescentes son injustificadas y cansadas. Las adolescentes son un grupo demográfico vulnerable, especialmente en lo que respecta a la salud mental. No hay razón para perpetuar una cultura que conduce en gran medida a trastornos del estado de ánimo como la ansiedad y la depresión. Seamos la generación que deje de acosar a las adolescentes por existir.
Allison Haszard es una escritora de puntos de vista para The Cavalier Daily. Puede ser contactada en opinion@cavalierdaily.com.
Las opiniones expresadas en esta columna no son necesariamente las de The Cavalier Daily. Las columnas representan únicamente las opiniones de los autores.