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CANO-SANTIAGO: Como nación debemos enfrentar la pérdida de cultura resultante de COVID-19

Como sociedad debemos lidiar con la pérdida de cultura que ha resultado de COVID-19 y trabajar para reparar las heridas de las comunidades afectadas

Históricamente, la respuesta del gobierno a las demandas de los nativos y los esfuerzos de socorro han sido ineficientes y con demasiada frecuencia el gobierno ha fallado abiertamente a la comunidad nativa.
Históricamente, la respuesta del gobierno a las demandas de los nativos y los esfuerzos de socorro han sido ineficientes y con demasiada frecuencia el gobierno ha fallado abiertamente a la comunidad nativa.

El artículo no expresa las opiniones o posiciones de los traductores. El artículo es una versión traducida del artículo que se encuentra a continuación: enlace

Escritxr original: Yssis Cano-Santiago

Traducido por: Mica Vilanova y Isabella Sheridan

El COVID-19 plantea una amenaza tanto para la diversidad como para la cultura. En todo el mundo, las artes se vieron amenazadas por la pérdida de más de 30 millones de empleos. Como resultado, muchos eventos culturales han sido inaccesibles, lo que plantea una amenaza para la transmisión de información cultural a las generaciones posteriores. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura sugiere formas en que los gobiernos de todo el mundo pueden hacer frente a estas pérdidas - como apoyar directamente a los artistas y a quienes difunden la cultura profesionalmente. Por la misma razón, el gobierno de EE.UU. debe trabajar con comunidades como la comunidad indígena americana que han sufrido grandes pérdidas culturales como resultado de la pandemia. Al mirar hacia un futuro esperanzador con el aumento de las vacunas, debemos lidiar no sólo con cómo ha cambiado la economía, sino con cómo ha cambiado y seguirá cambiando la población. Esto incluye la pérdida de muchas voces e historias diversas como resultado de esta pandemia mortal.

No es ningún secreto que la pandemia COVID-19 afectó desproporcionadamente a los grupos minoritarios de color en Estados Unidos - una de esas comunidades golpeadas duramente por la pandemia es la comunidad indígena americana. Esta comunidad no sólo está manteniendo el mayor riesgo de morir de infecciones por COVID-19, sino que ahora también enfrenta la pérdida del patrimonio cultural. Históricamente, la comunidad indígena americana está familiarizada con la propagación de epidemias a menudo resultantes del colonialismo. Asimismo, las asimilaciones históricas forzadas y las pruebas médicas no declaradas han dejado a la comunidad desconfiada del gobierno. Como resultado de estas opresiones históricas, la población nativa altamente comunal es vulnerable a futuras infecciones causadas por la discriminación, la pobreza, y el aislamiento. Para agravar las cosas, la comunidad indígena americana también sufre de menor accesibilidad a los servicios de Internet. Esto hace que la comunicación sea más lenta e impide la prestación de servicios médicos esenciales y la difusión de información sobre los lugares de vacunación.

Aún más preocupante es la forma en que la pandemia ha afectado a las poblaciones de gente mayor en todo el país. Esto incluye a los ancianos de las comunidades nativas que tienen la tarea de transmitir conocimientos y tradiciones culturales. Esto incluye el papel crucial de transmitir las lenguas del patrimonio. Por ejemplo, en la Nación Cherokee la mitad de las personas tratadas por miembros tribales para el coronavirus, que murieron, hablaban el idioma Cherokee con fluidez. Las pérdidas de tradiciones culturales e idiomas no son sólo una pérdida para la comunidad, sino que son una pérdida para la nación en su conjunto. Las Naciones Unidas mencionaron cómo el idioma de una comunidad está ligado a su sentido de dignidad, expresión cultural y representación política. Las Naciones Unidas incluso han pedido a los Estados Unidos que promulguen legislación acorde con los grupos nativos para ayudar a preservar estas lenguas. Mientras que el gobierno de EE.UU. ha apoyado la legislación en el pasado, la pérdida de cultura resultante de la pandemia requiere financiación adicional y urgencia para ayudar a preservar las lenguas y tradiciones nativas.

A nivel internacional, vemos cómo los países se enfrentan a un estancamiento de la difusión del conocimiento cultural. La pandemia del COVID-19 ha comprensiblemente provocado, el cierre temporal de importantes sitios culturales en todo el mundo. Muchos de estos sitios ya estaban amenazados por la actividad terrorista, el tráfico y el cambio climático. El cierre de estos sitios impidió proyectos de restauración que estaban en marcha y paralizó los programas educativos vinculados a ellos. Del mismo modo, a falta de grandes y abundantes sitios patrimoniales, los ancianos nativos americanos pueden servir como un hito cultural que educa e inculca tradiciones a los miembros de su nación. O como los llamó Loren Racine, miembro de la comunidad Blackfeet: "Los ancianos son como las bibliotecas. Perder uno es como si se quemara una biblioteca".

En ausencia de eficiencia gubernamental, los grupos nativos han tenido que encontrar formas de detener la propagación del virus. Por ejemplo, los Sioux de Standing Rock crearon su propio sistema de rastreo de contactos y varias tribus nativas americanas han sido tan eficientes en la vacunación de sus miembros que incluso han podido vacunar a individuos fuera de su comunidad. Del mismo modo, la Nación Cherokee ha trabajado para aumentar el acceso a los recursos para los miembros vulnerables de la comunidad — lo cual a menudo es difícil en las áreas rurales — aumentando la distribución de alimentos y ofreciendo ayuda monetaria. La Nación Mashantucket Pequot está ofreciendo telemedicina a sus miembros, además de repartir comidas y visitar los hogares de los ancianos. Como naciones soberanas, las tribus también tienen libertad para establecer sus propios requisitos de elegibilidad y muchas han optado por dar prioridad a los ancianos de la tribu, reconociendo el importante papel que tienen para garantizar la supervivencia de la cultura nativa. 

Históricamente, la respuesta del gobierno a las demandas de los nativos y los esfuerzos de ayuda han sido ineficientes y, con demasiada frecuencia, el gobierno ha rotundamente fallado a la comunidad nativa. Por lo tanto, el gobierno debe ayudar a detener la pérdida de la cultura resultando de las infecciones por COVID-19 al aumentar el acceso a una atención médica equitativa, asignando fondos para iniciativas de educación cultural y apoyando los esfuerzos de la ONU para preservar los idiomas en peligro. El gobierno también puede aliviar las cargas al establecer un objetivo de proporcionar acceso equitativo al Internet para todos los miembros de las tribus, así como aceptar las demandas de los líderes nativos americanos.

Asimismo, como ciudadanía colectiva y ocupantes de tierras nativas, debemos unirnos para apoyar a estas comunidades. Podemos apoyar mejor a estas comunidades haciendo donaciones a organizaciones familiarizadas con las distintas necesidades de la comunidad nativa, así como apoyando la legislación y las demandas de los líderes nativos americanos. Una comunidad perjudicada por las acciones del gobierno no debería tener que depender únicamente de sus limitados recursos para salir de una pandemia que podría haberse contenido mejor si no fuera por la lentitud de la respuesta y la acción gubernamental. Los Estados Unidos puede, y debe, hacer mejor para ayudar en la preservación de las culturas que son esenciales en el pasado y el futuro de nuestra nación.

Yssis Cano-Santiago es Columnista de Opinión de The Cavalier Daily. Se puede contactar por correo electrónico a opinion@cavalierdaily.com. 

Las opiniones expresadas en esta columna no son necesariamente las de The Cavalier Daily. Las columnas representan únicamente la opinión de sus autores. 

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