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Profesionales de salud dan recomendaciones para apoyar a colegas con depresión

Expertos explican cómo acceder recursos profesionales y cómo apoyar a colegas con depresión

El artículo no expresa las opiniones o posiciones de los traductores. El artículo es una versión traducida del artículo que se encuentra a continuación: enlace

Escritxr original: Tahi Wiggins

Traducido por: Maria Aguilar y Marina Peebles

Considerando la cantidad de gente que sufre de enfermedades mentales en Virginia y a nivel nacional, la tasa de depresión en las universidades ha ido incrementado. Por lo tanto, es importante que los estudiantes aprendan a reconocer los signos de depresión y maneras de ayudar a quienes padecen esta enfermedad. 

Aproximadamente 1 de cada 20 adultos en Virginia vive con alguna enfermedad mental grave, según la National Alliance on Mental Illness [Alianza Nacional de las Enfermedades Mentales], mientras que aproximadamente un 8 por ciento a nivel nacional lidera con la depresión cada año.

En las universidades, uno de cada cuatro estudiantes recibe diagnóstico de alguna enfermedad mental. 

Joey Tan, un psicólogo clínico y profesor asistente del Departamento de Medicina Familiar en la Universidad; Margaret Edwards, directora del programa de Servicios de Consejo y Bienestar en el Centro de Mujeres de Maxine Platzer; y Abby Palko, directora del Centro de Mujeres, hablaron sobre la alta tasa de depresión y preocupaciones sobre salud mental en comunidades universitarias, igual que sobre la importancia de cuidarnos los unos a los otros. 

A pesar de la prevalencia de las enfermedades mentales, se estigmatiza gran parte de la discusión sobre la depresión y otras preocupaciones mentales, dijo Tan. 

“Desafortunadamente, hablar sobre la depresión y otras preocupaciones mentales sigue siendo un estigma en nuestras comunidades y en la sociedad en general”, dijo Tan. “Es importante seguir normalizando y enfatizar que es una parte de nuestra salud, así como cualquier otro problema de salud del que la gente habla libremente”. 

Tan comparó la depresión con la disociación , un desinterés continuo de la vida que uno solía disfrutar. Así como la disociación, Tan dijo que la depresión se caracteriza por un estado de ánimo bajo y crónico junto con sentimientos de que el mundo se vuelve más y más pequeño.

Mientras que la depresión y otras enfermedades mentales pueden afectar a cualquiera, históricamente han sido los grupos minoritarios los más propensos a sufrir de la depresión. La tasa de enfermedades mentales entre individuos LGBTQ+, por ejemplo, es más del doble que la del resto de la población. Ser discriminado hace el pertenecer a una comunidad mucho más difícil, y Edwards dice que una sensación de pertenencia es un factor que ayuda a evitar el desarrollo de la depresión y de otras preocupaciones mentales, especialmente durante los años universitarios. 

“La formación de una identidad y las relaciones con los demás son unos de los deberes del desarrollo de los jóvenes adultos”, dijo Edwards en un correo electrónico a The Cavalier Daily. “Cuando uno tiene identidades interceptadas que han sido rechazadas por la sociedad a través de la historia, tiene sentido que estos deberes de desarrollo sean mucho más difíciles de navegar”.

Además de tener dificultades con preocupaciones de salud mental, muchos individuos tienen complicaciones al acceder a cuidados médicos. En el último año, más de la mitad de aquellos que sufrieron de alguna enfermedad mental no recibieron ningún tipo de tratamiento, explicó Tan.

La falta de diversidad racial y cultural entre terapeutas profesionales dificulta la habilidad de varios pacientes de formar una conexión al acudir a servicios de terapia. En el 2019, 83 por ciento de los trabajadores de psicología en Estados Unidos eran blancos, 70 por ciento eran mujeres, y el 95 por ciento sin discapacidades. 

Palko explicó que esto se remonta a la accesibilidad y la selección durante la formación profesional.

“El hecho desafortunado es que las profesiones de la salud mental todavía cuentan con una abrumadora mayoría de mujeres blancas de clase media”, dijo Palko. "Las escuelas que capacitan a terapeutas deben prestar atención a eso y hacer todo lo posible para reclutar un grupo diverso de solicitantes para convertirlos en un grupo diverso de consejeros".

Palko además señaló que los consejeros están capacitados para facilitar una relación terapéutica que incluya cualquier identidad. En algunos casos, sin embargo, tener una identidad similar ayuda a quienes reciben atención a generar confianza con los proveedores más fácilmente.

“Las piezas de identidad caen a un lado a medida que profundizas en los problemas que te llevaron allí”, dijo Palko. "Tener a alguien que tenga una experiencia vivida que refleje la tuya es realmente útil; no tienes que explicar la importancia de las cosas ... simplemente puedes profundizar".

Tan dijo que una de las cosas importantes que los estudiantes pueden hacer para apoyar a sus compañeros con depresión es ofrecer sugerencias para buscar ayuda profesional.

Palko señaló que los servicios de asesoramiento terapéutico son gratuitos para los estudiantes de la Universidad. Se puede acceder a servicios como terapia individual o en grupol, servicios psiquiátricos, consultas sin cita previa, derivación a otros profesionales y servicios de emergencia comunicándose con los Servicios de Consejería y Psicología de la Universidad en línea o por teléfono.

Algunos estudiantes, como los Jóvenes Socialistas Demócratas de América en U.Va., están abogando porque CAPS cree un personal más grande de profesionales más diversos para aumentar el acceso a servicios de salud mental de calidad en Grounds.

Palko explicó que la Universidad trabaja para asegurarse de que los estudiantes puedan abordar las barreras de la atención, como la capacidad de pagar los servicios, el transporte, el seguro de navegación y el acceso a los diversos recursos que ofrece la Universidad. Recientemente, la Universidad implementó TimelyCare a principios de octubre, que brinda a los estudiantes acceso gratuito  a asesoramiento de salud mental las 24 horas del día, los 7 días de la semana, sin necesidad de seguro.

Además de orientar a los compañeros hacia la atención profesional, hay otras formas en que los estudiantes pueden brindar apoyo y ayudar a las personas deprimidas. Los compañeros pueden brindar un oído atento y enfatizar que las personas con depresión no enfrentan estos desafíos solos, agregó Tan. Esto incluye alentar a los compañeros a interactuar con el mundo, ofrecerles pasar tiempo juntos y, en general, apoyarlos para que no se retiren por completo de las actividades normales.

“Resista la tentación de entrar en modo de resolución de problemas”, dijo Tan. "Asegúrese de poder reconocer la experiencia de la persona, mantenerla en el centro y normalizar lo que comparte sin minimizarlo".

Íntimamente relacionado con la discusión sobre el apoyo a los compañeros con depresión está la atención comunitaria. Palko definió el autocuidado y el cuidado comunitario en términos de la teoría del anillo, que representa que la persona que experimenta una crisis está en el centro de una serie de anillos concéntricos que representan su círculo social. Los más cercanos al centro son la familia inmediata y los amigos de la persona, y luego, a medida que los círculos se hacen más grandes, las relaciones se vuelven más distantes.

“El concepto es que siempre se apoya y siempre se abandona”, dijo Palko. “Obtienes apoyo de personas que se ven menos afectadas por el problema y apoyas a las personas que se ven más afectadas por él. Y así es como tenemos una red de atención comunitaria".

El problema de la depresión en los entornos universitarios tiene varios niveles, todavía está envuelto por el estigma social y, a veces, se ve agravado por la marginación histórica. Según lo sugerido por los expertos, los compañeros pueden brindar apoyo al alentar a las personas con depresión a mantener redes de atención comunitaria.

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