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DAWSON: Debemos incentivar a la escuela de oficios a lograr la neutralidad de carbono para el 2050

Nuestro compromiso con la generación de energía renovable debe ir a la par con la expansión de los programas de formación profesional.

El artículo no expresa las opiniones o posiciones de los traductores. El artículo es una versión traducida del artículo que se encuentra a continuación: enlace

Escritor original: Rylan Dawson

Traducido por: Maria Aguilar y Marina Peebles

En medio de una ola de inversión verde, el plan Build Back Better del presidente Joe Biden promete dar $500 mil millones del proyecto de ley de $1.75 billones para apoyar programas climáticos. Sin embargo, mientras que la administración de Biden puede desarrollar sistemas de energía renovable, eso no garantiza que los trabajadores calificados acudan en masa para ocupar puestos de trabajo. La escasez de mano de obra afecta a las empresas pequeñas del sector de energías renovables. Leticia Colón de Mejías, copresidenta de Efficiency for All [Eficiencia para Todos], una organización sin fines de lucro que se especializa en programas de capacitación, menciona la falta de apoyo para las escuelas de oficios y los programas de aprendizaje como una de las principales causas de la escasez de mano de obra. En el futuro, nuestro compromiso con el financiamiento y la generación de energía renovable debe coincidir con la expansión de los programas de capacitación para oficios. El gobierno estadounidense debería revitalizar e incentivar las escuelas de comercio para remediar la escasez de mano de obra en nuestro sector de energía renovable.

Se estima que la necesidad de técnicos de turbinas eólicas e instaladores de energía solar fotovoltaica superará el crecimiento laboral de estadísticos, científicos de datos y asistentes médicos para el 2030. ¿Cómo capacitamos a personas calificadas para ocupar estos puestos? Un proyecto de ley que aún no ha sido aprobado, H.R. 156, Blue Collar to Green Collar Jobs Development Act [Ley de desarrollo de empleos de obreros a empleos del medioambiente], podría ayudar a resolver este problema. La H.R. 156 incluye instigar al Departamento de Energía a mejorar la capacitación para las carreras de energía en todo el país, enfatizar la necesidad de un plan de estudios STEM y asignar $70 millones anuales para pagar los salarios de las personas que reciben capacitación para trabajar estos puestos. La promesa de $500 mil millones que la administración Biden hizo a los programas climáticos debería utilizarse para cubrir un programa como H.R. 156 o similar.

Debemos reconocer que si dejamos que prevalezca el mercado libre, estamos obligados a tener activos varados debido a la escasez de mano de obra descontrolada. Hipotéticamente, si quisiéramos volvernos neutrales en carbono antes del 2030, la industria solar podría alcanzar 400.000 empleos sin intervenciones políticas para el 2030, según el Censo Nacional de Empleos Solares. Sin embargo, se estima que esta cifra es más de 500.000 empleos menos de lo que sería necesario para operar los activos de energía sostenible en el futuro. Básicamente, el ritmo actual de nuestros sistemas de energía sostenible no coincide con el ritmo al que se capacita a los trabajadores. Un departamento del gobierno que otorgue reembolsos para programas de capacitación en energía o alguna política federal similar a H.R. 156 podría ayudar a cerrar esta brecha. 

Otra razón por la que los EE. UU. no ve un aumento correspondiente de trabajadores calificados junto con el aumento de los sistemas renovables es que la mayoría de la generación más joven no está interesada en la escuela de oficios. Según los datos de carrera de Tallo, el interés de la Generación Z en la mano de obra calificada ocupó el penúltimo lugar en una lista de 22 industrias con un 16,7 por ciento. En la parte superior de la lista residían las artes, el entretenimiento, la recreación y la tecnología. Además, la matrícula en la universidad está en una tendencia ascendente. Pew Research Center descubrió en 2018 que los jóvenes de 18 a 21 años que ya no estaban en la escuela secundaria se inscribieron en una tasa del 57 por ciento para la universidad de dos o cuatro años. Estos datos son comparables con solo el 43 por ciento de la Generación X en 1987. Finalmente, en lo que respecta al entorno laboral, Border States Electric admite que las adaptaciones que los trabajadores de la Generación Z suelen buscar (horarios flexibles y trabajo remoto, por ejemplo) no siempre son posibles en "horarios ajustados en el lugar de trabajo".

Podemos implementar equivalentes de políticas H.R. 156, pero este esfuerzo será discutible si financiamos escuelas comerciales o vocacionales que carecen de asistencia debido a un desinterés inculcado en la mano de obra calificada. Por lo tanto, la promoción de la escuela de oficios también es necesaria en la educación elementaria. Las escuelas de comercio tienen todas las razones para ser atractivas. La generación más joven solo necesita ser educada sobre sus beneficios. Para empezar, la escuela de comercio permite que los ciudadanos se gradúen con un certificado vocacional en uno o dos años, mientras que una licenciatura puede tomar cuatro años o más. Además, la matrícula total de la escuela de comercio es razonable alrededor de $33.000, lo que equivale a un solo año en una universidad acreditada de cuatro años. El salario inicial de los trabajos de la escuela de comercio oscila entre $50.000 y $90.000 según el programa. Aún mejor, algunos de los oficios mejor pagados están en el sector de la energía, incluido un operador de planta de energía por $84.287, un técnico nuclear por $84.482 y un liniero eléctrico por $75.115.

La escasez de mano de obra en el sector energético es igualmente un problema de política y educación adecuada. Con el compromiso del Plan Build Back Better de Biden de $500 mil millones para programas climáticos, una parte de esos fondos debería proporcionar reembolsos para programas de escuelas de oficios o promover una política equivalente a HR 156. Una vez más, debe admitirse que la política pública y los incentivos monetarios no tienen sentido si la generación más joven no está interesada en satisfacer la escasez de mano de obra en el sector energético. Un título en artes liberales o tecnología de una universidad de cuatro años no debería ser el final para el joven estadounidense. La escuela de comercio es financieramente menos onerosa que la universidad, ve más seguridad laboral y paga por encima del salario promedio de los EE. UU. Para lograr la neutralidad de carbono antes de la fecha límite de Build Back Better de 2050 y evitar una catástrofe de activos varados, los estadounidenses deben reevaluar su perspectiva sobre las escuelas de comercio.

Rylan Dawson es un escritor de opinión de The Cavalier Daily. Se le puede contactar en opinion@cavalierdaily.com.

Las opiniones expresadas en esta columna no son necesariamente las de The Cavalier Daily. Las columnas representan únicamente las opiniones de los autores.

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