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Escritora original: Harper Didlake
Traducido por: Giuliana Rejalaga y Leon Arceo
Según la Organización Mundial de la Salud, 785 millones de personas carecen de agua potable básica y 2 mil millones de personas beben agua contaminada con heces. Los efectos de beber agua contaminada incluyen enfermedades, como el cólera y la disentería y, en última instancia, la muerte. En un esfuerzo por proporcionar una alternativa a la falta de agua potable limpia en todo el mundo, James Smith, un profesor de ingeniería ambiental y civil y director de tecnología en Silver Technologies, se propuso hace casi 10 años a crear un producto que pudiera desinfectar el agua.
“Sentí que podíamos hacer mucho más bien al abordar el tema de la salud y el agua a nivel mundial, no solo con un enfoque en los EE.UU. Con un enfoque en los países en fase de desarrollo y las personas al final de la pirámide de riqueza, y cómo podemos ayudarlos mejor a obtener agua potable”, dijo Smith.
El laboratorio de investigación de Smith desarrolló una tableta de cerámica lo suficientemente pequeña como para caber en el pico de cualquier recipiente de agua o botella estrecha. La tableta de cerámica porosa, llamada MadiDrop+, desinfecta el agua durante la noche debido a los iones de plata incrustados en ella. Cuando se coloca en un recipiente de almacenamiento de agua, el agua oxida la plata convirtiéndola en iones de plata, que a su vez desinfectan los patógenos microbianos.
“Simplemente deje caer [el MadiDrop+] en su recipiente de almacenamiento de agua, y siga llenando el recipiente todas las noches y luego, a la mañana siguiente, es seguro para beber”. Smith dijo. “[El producto] trata 20 litros [de agua] al día durante 12 meses, por lo que trata más de 7000 litros al año con un MadiDrop”.
Si bien el producto actual en el mercado es un paso adelante del producto original, Smith y su equipo están listos para comenzar una tercera generación de MadiDrop+ para eliminar más patógenos dañinos que se encuentran en el agua potable. La nueva generación de la tableta MadiDrop+ fue posible gracias a una subvención reciente del programa de Transferencia de Tecnología para Pequeñas Empresas de la Fundación Nacional de Ciencias.
Con esta nueva generación viene la colaboración con más profesionales científicos que trabajan en conjunto por una causa mayor. La profesora asistente de ingeniería química Rachel Letteri se ha unido recientemente a la iniciativa para aumentar la competencia de MadiDrop.
“[Uno de nuestros objetivos para la tercera generación es] llevar nuestras capacidades de solo bacterias a bacterias y virus”, dijo Letteri.
Silivhere Technologies, el fabricante de MadiDrop+, ha cumplido un rol en el desarrollo, la fabricación y la promoción de la tecnología iniciada por Smith y su laboratorio. El director ejecutivo, Chris Conti, ve la subvención de NSF como una oportunidad no solo para aumentar el rendimiento del producto, sino también como una forma de apoyar a estas comunidades de una manera que respete la dinámica social.
“Hay una gran necesidad por esta tecnología y creo que [Prof. Smith] ha encontrado el equilibrio correcto de mezclar la tecnología con la aceptación social”, dijo Conti.
En otras palabras, MadiDrop+ no solo aumenta en gran medida la seguridad del agua potable, sino que también se presenta de una manera que no altera drásticamente la vida cotidiana.
Si bien Silivhere y MadiDrop+ han ganado terreno en los países en desarrollo y están comenzando a irrumpir en algunas agencias de ayuda más grandes, el objetivo de la tecnología es mucho más amplio. El agua potable contaminada afecta la salud y el bienestar de una persona y, por extensión, afecta toda la vida y el sustento de una persona.
“[Silivhere] ha vendido entre 50,000 y 60,000 MadiDrops que se utilizan en más de 40 países”, dijo Smith. “Eso es mucho, pero queremos continuar mejorando el producto y esta investigación nos permite mejorar el producto”.
MadiDrop+ ya ha ayudado a personas de todo el mundo a mejorar sus vidas a través de la calidad del agua potable. Sin embargo, las esperanzas y los sueños del equipo de Silivhere no se detienen ahí. El equipo espera llegar a más agencias de ayuda y países.
“Sentimos que tenemos un producto que realmente podría tener un impacto en la salud mundial”, dijo Smith. "Idealmente, nos gustaría tener este MadiDrop en manos de millones de personas en todo el mundo".