El artículo no expresa las opiniones o posiciones de los traductores. El artículo es una versión traducida del artículo que se encuentra a continuación: enlace
Escritora original: Merrill Hart
Traducido por: Chelsea Edwards e Isabella Sheridan
Muchos miembros de la comunidad están entusiasmados por volver a una experiencia universitaria más normal con el anuncio de que ya no se requerirán mascarillas, excepto en los salones, los servicios de tránsito y los centros de salud de U.Va. Los estudiantes y la facultad expresaron su entusiasmo por utilizar los gimnasios e interactuar en persona sin mascarilla, pero también señalaron la importancia de respetar las preferencias de los demás.
El presidente de la Universidad, Jim Ryan, anunció el levantamiento parcial del requisito de la mascarilla en un correo electrónico enviado el 22 de febrero, citando la ralentización de la transmisión del COVID-19 y la reducción de las hospitalizaciones, el aislamiento y el número de casos reportados.
"Nuestro objetivo siempre ha sido imponer tan pocas restricciones a esta comunidad como sea necesario para proteger la salud pública, y ese objetivo guiará nuestra toma de decisiones en el futuro", decía el correo electrónico.
Hasta el 16 de marzo, el rastreador de COVID-19 de la Universidad informa de 19 casos activos en la comunidad — 9 de los cuales son estudiantes — un 1% de las camas de aislamiento ocupadas, y 41 pacientes actualmente hospitalizados por COVID-19. La ciudad de Charlottesville ha visto además una disminución del 82 por ciento en el promedio de casos reportados desde los últimos 14 días, con el 50 por ciento de los residentes totalmente vacunados.
Muchos miembros de la comunidad han afirmado que se sienten seguros con los nuevos cambios, incluido el profesor adjunto de biología Dave Kittlesen, que dijo que aprecia los datos objetivos utilizados para apoyar la última decisión.
"Creo que fue bien comunicado por [Ryan] y el Provost en su anuncio", dijo Kittlesen. "Destacaron alrededor de media docena de parámetros que son datos medibles que informan esa decisión".
Kittlesen no prevé ningún gran aumento de casos como resultado del protocolo aflojado, y dijo que mantiene la esperanza de que las condiciones sigan mejorando para que los estudiantes y la facultad podrán quitarse las mascarillas con seguridad también dentro del salón.
Esta decisión llega dos años después de que el uso de mascarilla comenzó en los salones de la Universidad en otoño de 2020, tras un periodo de aprendizaje completamente en línea durante la primavera anterior. Las mascarillas eran obligatorias en todo momento en interiores — excepto cuando estaban en espacios privados como cuartos dormitorios o apartamentos — y afuera cuando no se podía mantener una distancia social de seis pies. La administración levantó el mandato de las mascarillas el 14 de mayo de ese mismo año, siguiendo el consejo de los CDC que indicaban que las personas totalmente vacunadas no necesitaban llevar mascarillas.
Sin embargo, el 6 de agosto, antes del comienzo del semestre de otoño del 2021, los vicepresidentes ejecutivos Liz Magill y J.J. Davis anunciaron en un correo electrónico a los estudiantes que el curso escolar comenzaría con el mandato de la mascarilla tanto para las personas vacunadas como para las no vacunadas en los espacios interiores compartidos, pero no afuera.
El mensaje enmarcó la política de enmascaramiento de otoño como una reacción temporal a la variante Delta COVID-19, con planes para seguir reevaluando a lo largo del semestre.
Aunque las mascarillas serán opcionales en muchos edificios de propiedad de la Universidad, seguirán siendo obligatorias dentro de los salones, una frustración para Kittlesen, que informó de las dificultades con mascarillas en el salón.
"Es más difícil conocer a mis alumnos", dijo Kittlessen. "Es más difícil aprender y recordar nombres. Es más difícil leer las caras de los estudiantes en términos de comprensión y de preguntas. Así que creo que tiene un verdadero impacto negativo en la enseñanza y el aprendizaje".
Ahora, más de dos años después de que se estableciera por primera vez el mandato de mascarillas, se aflojará el 21 de marzo, una fecha elegida para crear un margen entre el cambio de política y el regreso de los estudiantes de las vacaciones de primavera, ya que las clases se reinician el 14 de marzo.
Ya que los estudiantes no están obligados a llevar mascarilla en los refectorios, los trabajadores del comedor también se sienten aliviados por el cambio. Sal Solero, chef ejecutivo del comedor de Observatory Hill, dijo que la mayoría de los miembros del personal están entusiasmados con el cambio y relativamente despreocupados por la exposición de los estudiantes.
"Creo que todo el mundo está terminado con las mascarillas", dijo Solero.
Según la noticia, el personal de los comedores y las instalaciones recreativas seguirá llevando mascarillas como medida de precaución, pero Solero mantiene la esperanza de que ellos también podrán desenmascararse pronto.
“Tengo ganas de no llevar más las mascarillas, especialmente porque son muy calientes en la cocina” dijo Solero.
Además de los comedores, llevar la mascarilla ha sido un requisito en las instalaciones recreativas por más de dos años. Con el nuevo cambio, muchos trabajadores tienen ganas de un medio ambiente de trabajo nuevo.
Michael Shipe, el director del marketing y comunicaciones de IM-Rec sports, dijo que muchos empleados están emocionados por el cambio, que ha creado una tarea adicional para los empleados de regular las mascarillas en instalaciones recreativas. Shipe también afirmó que la salud y seguridad de los empleados seguirán siendo una prioridad.
“La mayoría de los empleados parecen esperar este cambio”, dijo Shipe. “Claro, la salud personal y seguridad en el trabajo es algo que tomamos en serio, y vamos a trabajar con los empleados para asegurar que tienen lo que necesitan para trabajar y mantenerse tranquilos”.
Aunque las mascarillas no siguen un requisito, los empleados continuarán los esfuerzos de saneamiento para mantener la seguridad. Shipe dijo que los empleados todavía van a proveer las toallitas húmedas y gel antibacterial, además de pulverizadores electrostáticos y sensores de niveles del dióxido de carbono para observar la calidad del aire.
Ryan afirmó la seguridad del requisito más bajo en el anuncio, citando tendencias de menos casos y la eficacia de las políticas de la Universidad contra COVID-19.
“Estamos viendo unas señales alentadoras que la ola mundial de Omicron está disminuyendo y nuestros esfuerzos colectivos como una comunidad son efectivos en entorpecer la transmisión del virus”, dijo Ryan.
Después de casi dos años de llevar las mascarillas, muchos estudiantes también están esperando los requisitos más bajos. Estudiante del primer año en la Facultad de Arte y Ciencias, Carly Nerger, dijo que mientras ella desea que las mascarillas también fueran una opción en las aulas, ella entiende el razonamiento y está particularmente esperando ir al gimnasio sin una mascarilla.
“La gente tiene la opción de evitar el gimnasio si está preocupada de la exposición de COVID-19, pero todos tienen que ir a las clases, pues entiendo que todavía llevar las mascarillas es este marco para proteger la gente inmunocomprometida”, dijo Nerger. “Sin embargo, estoy muy emocionada sobre el cambio para el gimnasio, porque es molesto llevar una mascarilla mientras que haces ejercicio duro”.
También encontrando el requisito de llevar la mascarilla ser una desventaja mientras que usas instalaciones recreativas, estudiante de primer año Victoria Phan piensa que el levantamiento del requisito de la mascarilla como una mejora a los ofrecimientos recreativos de la Universidad además de un paso importante hacia la normalidad y mover fuera de un periodo largo de medidas de seguridad obligatorias de COVID-19.
“En los últimos dos años, me he adaptado a llevar una mascarilla mientras hago ejercicio,” Phan dijo. “Sin embargo, quitando el mandato de la mascarilla…provee un indicio de esperanza que las cosas pueden volver a la normalidad”.
A pesar de las reacciones positivas de unos estudiantes y miembros de la facultad, el cuerpo representativo del Consejo de Estudiantes aprobó una resolución para denunciar la decisión de la Universidad de levantar ciertos requisitos de mascarillas no fuera en su reunión el 1 de marzo, notando que la pandemia de COVID-19 es un problema en marcha.
“La Universidad ha tomado esa decisión con una amenaza del virus a los individuos completamente vacunados y sanas, en mente con poca mención de la amenaza a los que son vulnerables a pesar del estatus de vacunación”, dice la resolución.
Estudiante del segundo año de la Facultad Tyler Busch co-patrocinó la resolución junto con Gabriela Hernandez, presidente del cuerpo representativo y estudiante del tercer año de la Facultad. Durante la reunión, Busch expresó su descontento con la decisión.
“La razón que estoy trayendo esa resolución ahora es solo porque, para mí, esta idea de … levantar unos mandatos de la mascarilla en el interior parece ser capacitismo, claro y simple”, dijo Busch.
Estudiante del tercer año en Comercio Isabelle Nguyen dijo que ella piensa que la gente debe continuar llevando la mascarilla si quieren, independientemente del mandato ser levantado.
“Creo que la mayor lucha saliendo de eso realmente solo va ser aceptando a la gente desde donde estén ellos”, dijo Nyugen. “Aunque el mandato de la mascarilla está bajado, si quieres escoger una mascarilla, es totalmente tu cosa. Debemos respetar los límites de los demás”.
Los correos electrónicos de Ryan concluyeron agradeciendo a la comunidad por “el esfuerzo enorme y constante que hemos puesto en proteger uno a otro en cada paso de este viaje largo” y diciendo que las políticas siguen siendo evaluadas mientras la pandemia evoluciona.
Después de dos años de requisitos de llevar la mascarilla, el cambio en política marca un punto de retorno. Nguyen recuerda un tiempo antes de las mascarillas y espera el regreso a ciertas interacciones cara a cara.
“Pienso que será bueno para todos nosotros al poder vernos y reconocernos uno a otro como gente”, dijo Nyugen.