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MOORE: No caigas en la trampa del alivio de los préstamos estudiantiles

El hecho de que hayas luchado y hecho sacrificios financieros para pagar tu deuda de préstamos estudiantiles no significa que las generaciones futuras deban

<p>No sólo debe haber un alivio de los préstamos para los deudores existentes —un esfuerzo limitado a arreglar retroactivamente un problema existente— sino que las universidades también deben ser más <a href="http://accessible" target="_self"><u>accesibles</u></a><u>.</u></p>

No sólo debe haber un alivio de los préstamos para los deudores existentes —un esfuerzo limitado a arreglar retroactivamente un problema existente— sino que las universidades también deben ser más accesibles.

El artículo no expresa las opiniones o posiciones de los traductores. El artículo es una versión traducida del artículo que se encuentra a continuación: enlace

Escritora original: Jessica Moore

Traducido por: Sam Liss e Isabella Sheridan

Como una estudiante universitaria actual que quiere obtener un título de derecho en un futuro cercano, salté de emoción cuando apareció en mi bandeja de entrada la noticia de que el presidente Joe Biden había creado un nuevo plan de condonación de préstamos estudiantiles. El costo total de la institución a la que asisto actualmente, combinado con el costo incluso de las escuelas de derecho más baratas de mi estado, suma a varios cientos de miles de dólares. Al seguir leyendo el artículo, me desanimé. Las limitaciones del plan de Biden no sólo revelan que necesitamos una reforma educativa, sino que también abren la puerta al debate sobre la accesibilidad de la educación en general — ahora y en el futuro, no deberíamos castigar a los ciudadanos por buscar una educación. 

El plan de Biden para aliviar la deuda de los préstamos estudiantiles se aplica sólo a los prestatarios de préstamos estudiantiles federales — aquí hay una guía sobre cómo calificar, y aquí hay un enlace para solicitar la condonación del préstamo. Aquellos cuyos salarios anuales sean inferiores a $125.000 o las parejas casadas y los cabezas de familia cuyos salarios anuales sumen menos de $250.000 tendrán una condonación de hasta $10.000 de su deuda estudiantil federal. Por su parte, los beneficiarios de la beca Pell podrán obtener una condonación de hasta $20.000 de los préstamos federales. 

El plan de Biden es un buen comienzo. Dirige la ayuda a los que más la necesitan, ya sea por el estrés financiero acumulado durante la pandemia o por las dificultades financieras ya existentes. Con respecto a esto último, Biden explica que el plan ayudará a quienes tienen deudas universitarias pero no lograron obtener su título: por ejemplo, los obreros con préstamos estudiantiles que nunca se graduaron en la universidad. No niego que la ayuda debería centrarse de forma más inmediata en la clase trabajadora multirracial, lo que el plan probablemente hará. Sin embargo, como el propio Biden parece saber, su plan sigue lejos de ser una solución completa. 

Sencillamente, la universidad tiene que ser más asequible. Como Biden reconoce agudamente, la carga de un título es tan grande que “incluso si te gradúas puedes faltar acceso a la vida de clase media que el título universitario antes proporcionaba”. Con los precios de las matrículas poniéndose por las nubes y los graduados preocupados por los trabajos que les permitirán devolver los préstamos, muchos empiezan a preguntarse si la universidad ya vale la pena.

Los comentarios negativos al plan de Biden sólo subrayan el hecho de que necesitamos reformas educativas. El argumento principal que me gustaría abordar es uno defendido por el líder de la minoría del senado Mitch McConnell, quien, entre otros, piensa que el alivio de los préstamos de Biden es un “bofetada” a aquellos quienes sufrieron a causa de pagar por la universidad. La Casa Blanca ya ha revelado la hipocresía de esta declaración con un hilo de tweets dirigido a los legisladores republicanos quienes más temprano en la pandemia sacaron préstamos de programas de la protección de cheque y se habían condonado millones. Pero, solo porque las generaciones anteriores superaron sacrificios extraordinarios para asistir a la universidad no quiere decir que esta sea la manera en que el sistema debe permanecer. Nadie debe trabajar cada minuto del día para llegar a fin de mes. Nadie debe sacrificar su vida o hacerse cargo de trastornos mentales casi inevitables con la esperanza de poder pagar la universidad. No solamente debe ser alivio de los préstamos a los deudores actuales — un esfuerzo limitado a retroactivamente arreglar un problema actual — sino que las universidades deban también ser sólo más accesibles.  

Hay varias razones por las cuales un país debe desear que sus ciudadanos sean educados por la universidad. Entre aquellas razones está el problema de la desinformación. Algo que no sorprende a nadie es que una mitad de todos los Americanos encontraron la desinformación sobre el COVID-19 en línea. Aunque muchos con niveles más bajos de educación tal vez sean mal preparados para discernir la que es información fiable y la que no es, aquellos con un nivel de educación superior fueron probablemente enseñados esto en la universidad. Doy este ejemplo para enfatizar que los beneficios de una ciudadanía ampliamente educada son mucho más extendidos de lo que alguien podría pensar — una ciudadanía educada por la universidad es una ventaja para el país en conjunto. 

Reconozco que no hay mucho que los estudiantes universitarios puedan hacer para combatir el costo de la matrícula o implementar programas de alivio de la matrícula. Pero una cosa que todos podemos hacer es cambiar la cultura. Como mencioné antes, hay una multitud de personas que piensan que el alivio de los préstamos es un perjuicio a aquellos quienes ya han pagado sus deudas.  A los estudiantes universitarios — mientras se gradúan y empiezan a pagar los préstamos, si los tienen, no se caigan en esta trampa cíclica. Solo porque alguien se sacrificó para asistir a la universidad no quiere decir que las próximas generaciones deben obligarse a lo mismo. Solo porque la universidad es tan cara hoy en día no quiere decir que eso es como debe permanecer. No se vuelva desilusionado — la universidad debe ser accesible a todos que la buscan. 

Jessica Moore es la editora ejecutiva de The Cavalier Daily. Se puede contactar en opinion@cavalierdaily.com.

Las opiniones expresadas en esta columna no son necesariamente aquellas de The Cavalier Daily. Las columnas representan únicamente las opiniones del autor.

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